Orange is the new Flores

¿Qué tal estáis? Yo muy bien, esta semana me ha dejado mi última novia virtual porque escribo este blog, así que ORGULLO máximo. Pecho palomo henchido. Algo estoy haciendo bien en esta vida.

Un saludo a todo Sínkope y a Omar Montes que son los verdaderos amores de mi vida para siempre y jamás amaré como amo a estas personas. Mis auténticos amigos, la auténtica salud.

Bueno.

Voy a intentar ser lo más aséptica posible para que nadie que llegue aquí se de por aludido con esto y a los diez minutos de publicar la entrada esté en la cárcel yo pero en plan usándola para lo que fue creada.

Estaba yo currando en una cárcel. Sí, currando, no dentro con pensión completa. De momento, ya os digo.

Y bueno, teníamos que hacer terapias a los internos y valoraciones y demás movidas. Yo de las entrevistas conocía a muchos de los reclusos y reclusas y hasta ahí todo ok.

PERO qué pasa amigos, que a mí hay días que por alguna razón (putas hormonas) se me cruza el cable y en una mañana que no tenía apenas nada que hacer me instalo Wapa. Sí, Wapa, la excelencia de las aplicaciones para ligar de bolleras. En fin, instalar eso es instalarme por voluntad propia malware chungo, es abrir depresión.exe y darle aceptar a todo hasta que me joda el sistema operativo del cerebro, pero chico, las hormonas mandan.

Apenas había nada alrededor, me lié con otras cosas y pasé del tema.

No volví a mirarlo y ya incluso se me había olvidado que lo había instalado hasta que otro día de esa semana estoy en el despacho y me suena el clásico tinonín de la aplicación.

Un mensaje de una tía que está a menos de 1 Km de mí. Sin foto por supuesto.

Yo estaba con la mano en la barbilla pensativa: «¿será una compañera?» «buah YA SÉ QUIÉN ES FIJO»

Y empezamos a hablar.

Le digo en plan así con mi fantástico humor «qué pasa Splinter, tienes un móvil escondido en los conductos de ventilación jaja»

Y ella «jajajaja»

Y yo: «qué eres, Flores, de Orange is the New Black»

Y ella: «jajajaja»

En fin.

Yo claramente era Pornstache, de la Penitenciaría Federal de Litchfield.

Pero vamos, sin más, yo pensando que era alguna de mis compañeras, en concreto una que era ex-militar que tenía pinta de devorar bebés recién nacidos y sacrificar gatitos de un mes en el centro de una estrella de cinco puntas pintada con la sangre de una cabra negra que ella había degollado con sus propias manos. Porque el resto eran todo tíos. Que oye, podrían ser también, pero no.

Pasaron los días y una mañana estuvimos hablando bastante, nada de cosas personales, pero en plan muy bien, la tía parecía bastante inteligente, culta sin ser gilipollas pedante, y eso a mí me conquista siempre. En mi cabeza la brutalidad de la ex-militar no pintaba nada en esas conversaciones así que empecé a sospechar de mi compañera psicóloga, aunque no le pegaba nada participar en ese artificio de aplicaciones de ligar bajunas. Pero claro, lo mismo pensaría ella de mí. Tenía que ser ella… ¿quién si no?

Cómo son las cabezas que claro, si tú tienes interiorizado algo, TODO te parece que va en ese sentido.

Y yo dos días en plan jajajajajaja jijijijijiij jajajajaja Flores jajaja con la psicóloga que probablemente pensaría que yo era imbécil (porque obviamente la de Wapa NO era ella)

Como yo había hecho un «Quién es quién» y ya se me había metido en la cabeza que mi olfato de sabueso británico era infalible y que sin duda Flores era la psicóloga, pues ahí que iba yo.

Bueno a los dos días yo seguía hablando con Flores por la app, pero ya había descartado también a la otra psicóloga.

¿Quién coño era?

A ver si iba a ser una interna de verdad.

Qué movida.

Desinstalé Wapa, porque me vi con un mono naranja siendo Piper Chapman y luchando por la cocina con las latinas y preferí pasar la noche con mi succionador de clítoris y mi almohada que con ellos todo siempre es mucho más relajado.

El mes siguiente, coincidiendo CASUALMENTE con mi síndrome premenstrual (una vez más) volví a instalar la APLICACIÓN DEL PUTO DEMONIO. El mismo demonio que poseía a Flores en la serie.

Pero el perfil de Flores ya no estaba.

Puf, menudo alivio.

Unos días después, me llega un mensaje de una tía muy de mi rollo físicamente y yo pensando «uy» (porque el físico ME LA SUDA, pero dentro de todo al final tenemos «preferencias» y esta chica era como hecha a puta medida)

La chica súper maja, me aparece a unos cuantos kilómetros, pero me mosqueaba de ella que me hablaba como si ya me conociera aun habiendo cambiado yo mi nick, y yo pensando A SABER QUÉ ENCARNACIÓN DEL MAL SERÁ ESTA VEZ.

Seguimos hablando y poco después me dice «soy Flores»

Y ya directamente le dije que quién coño era ella, que si curraba allí, que si ella sabía quién era yo.

Ella me dice que no sabe quién soy yo, pero que tengo que ser alguien que trabaja en ese centro.

Y yo pero… tú trabajas ahí.

Y ella «no»

Y yo… madremía verás.

Seguimos hablando sin comentar nada más sobre eso y de repente una noche ella está con sus amigas de fiesta en la otra punta de Madrid pero me dice que mira, que le llamo mucho la atención, que si quiero que viene a verme.

Yo no había salido y estaba en mi casa tiradísima en el sofá con una birra viendo combates de boxeo de los 90 y primeros de los 2000 y le digo que bueno, que ok que venga si quiere. Porque vamos, mi plan en calzoncillos molaba mazo, pero si no la lío estando premenstrual como que estoy fallando al destino.

Dice que me recoge y tomamos una copa por mi zona.

La chica llega a mi casa, me recoge en un coche pues un poco meh, pero bueno, vamos a tomar una copa y yo como no sabía quién era ella tampoco quería decir demasiadas cosas que no debiera. Así que comentaba cosas con mucha cautela mientras sutilmente le sacaba información.

Ella poco a poco me iba contando cosas y se la veía muy cauta también, y es que era una interna fijo, a mí ya se me metió en la cabeza que la pava tenía un móvil escondido dentro y me habló desde ahí. Porque si tú estás dentro de la cárcel no sé, lo más importante es tener una aplicación de bolleras en un móvil oculto en baldosas sueltas.

Yo pensando ES QUE CLARO, todas las tías que curraban allí las conocía prácticamente a todas, a ella no la había visto nunca, y yo en plan ya perfilándola. Esta tía tiene toda la pinta de que claro… con ese coche… pues no tiene un pavo, ha pasado droga, es una mula, porque claro es monilla y algún puto camello la ha enmarronado y mientras pensaba todo esto ella me hablaba y sonreía y me contaba cosas que ni puta idea porque no la escuchaba yo solo pensaba en la escena esa donde Elena Peabody se liaba con la negra en la celda y en su historial delictivo.

Me hallaba absorta en estas interesantes cavilaciones mientras asentía a todo lo que decía sin ni escucharla, me hizo regresar «¿QUIERES OTRA?»

No sé si habéis visto a las médiums que siempre hay que traer de regreso con palabras clave, pues mi espíritu siempre regresa con «¿quieres más whisky?»

Y pagaba ella las copas, cosa RARÍSIMA porque a mí en la puta vida me invita nadie ni a un puto café.

Pero claro, como era una jodida delincuente pues blanqueaba así su dinero ilegal.

Total, la tía era maja, la verdad, yo ya en la tercera copa pensaba «joder Jefa vaya pelis te montas macho, igual la chavala no tiene ni relación con nada de eso y ya»

Pero que no que no, que yo seré una excéntrica de cojones pero CUANDO DIGO ALGO LO DIGO POR ALGO. Y SI JEFA DICE QUE ES UNA DELINCUENTE INFAME, LO ES Y PUNTO.

Lo que pasa que al tercer whisky ya te llevo yo la lancha para cruzar el Estrecho y huir de los helicópteros negros.

Bueno, pues ya le pregunté otra vez que si ella no curraba ahí.

Y ella que no, que no curraba ahí.

Y yo pues… ya me dirás guapa, porque yo sí curro ahí.

Y ella vacilándome y yo es que soy MUY fiel a la frase de «hay abismos a los que es mejor no asomarse»

Total, si es liarnos un día y luego no quiero saber nada más de ti jamás ni de tus problemas con la justicia.

Me dice que si me acerca a casa y yo… venga va.

Aparca, nos empezamos a comer la boca dentro de su mugriento coche y le dije, ¿quieres entrar?

Y ella «sí»

Y voy a salir y me coge y me sigue comiendo la boca dentro del coche y yo pensando A VER MAJA, VAMOS A PUTO ENTRAR A CASA QUIERO SALIR DE ESTA INFAMIA DE VEHÍCULO.

Y la tía metiéndome mano dentro del coche y yo que en menos de un Porsche no me bajo las bragas ni para atrás y me preocupaban mucho los ácaros de esa tapicería DE TELA porque a ver, ¿quién coño tiene un coche que no tenga asientos de piel? En fin.

Salimos del coche, entramos a mi casa, follamos guay y luego me dice de poner un par de copas mientras mamoneábamos en el sofá, estamos hablando y yo de esto que digo joer pues mira, estoy a gusto con la chica pijilla con coche mugroso, todo bien.

Y está ahí en pelotas sentada en el sofá mientras pongo yo las copas y me dice: «¿conoces a XXXX tú no?»

XXXX era alguien que tenía bastante poder allí y de hecho básicamente quien me pagaba.

Y yo pues claro, cómo no le voy a conocer, es quien es.

Y ella pues es mi padre.

Y yo WHAT? Anda

Y ella despollá

Sí, si yo cuando me hice el perfil estaba allí con él y tal

Y ella que pensabas en serio que yo era una de dentro no???

Y yo… hombre…

Ella descojoná, la hijaputa.

Al final tuvimos una relación de colegueo guay bastante tiempo hasta que yo me fui a vivir a otro sitio, pero eso es otra historia.

Menos mal que ella no lee este blog. Espero.

Lo que nunca entendí es por qué una persona con ese nivel social tenía ESE coche desvencijado.

 

Deja un comentario