The balcony and the carpet (Part 3. EL DESENLACE FINAL)

Previously on “The balcony and the carpet”…

*Imágenes de yo llegando a una mansión donde supuestamente vivía mi compañera*

*Imágenes de yo descubriendo un marco de fotos de otras personas en casa de mi compañera*

*Imágenes de yo corriéndome dormida*

*Imágenes de llegar llena de nieve a casa de un montón de tías universitarias*

*Imágenes de yo diciendo “the balcony and the carpet” y descojonándome sola ante el estupor de los presentes*

Yo seguía en el balcony and the carpet con mis nuevos mejores amigos para siempre de esa noche, y estaba hablando con una de las chicas que era súper maja, y muy mona. Me gustaba. Era el nuevo amor de mi vida para siempre jamás de esa noche.

Así que tenía que retocarme el pelo antes de ir hacia la fiesta de bolleras para sentirme segura de mí misma y poder cambiar lo de tontear con ella en inglés por gemir directamente, que es un idioma más universal.

Como sé que tengo un pelo horrible que se me bufa con mirarlo soy una chica preparada, llevaba mi plancha del pelo en mi mochila y les dije que un momento, que iba a ir al baño a retocarme para la fiesta.

Y con toda la feminidad que me quedaba después de 20 chupitos y copas calientes sin hielo, salí del balcony and the carpet y fui dentro al baño.

Claro, allí la calefacción está A TOPE en todas partes, así que yo entre lo que había bebido, el calor de la plancha y eso me agobié un montón y dentro del baño me quité la camiseta.

Había un papel de colores con una sonrisa dibujada medio enganchado en el espejo que no me dejaba ver cómo se planchaba mi pelito, así que lo quité.

Estoy planchando mi pelito rubio y se abre la puerta.

Es la bisexual, dice «uy» mirándome de arriba a abajo y dice que va a hacer pis. Y yo “ok”

Termina de hacer pis, se está lavando las manos y entran dos tías, entre las que estaba una especie de rollete que tenía la bisexual y yo ahí en sujetador. Las tías borrachísimas, cierran la puerta y se empiezan a liar entre las 3.

Se me volvió a bufar el pelo.

Yo en ese momento tenía tres opciones:

A) Seguir planchándome el pelo sin moverme y luego tocarme mucho imaginando cosas.

B) Dejar la plancha, salir de ese baño celestial donde había 8 tetas e irme con la chica cuqui                     con la que igual no tenía ninguna oportunidad.

C) Ser fiel al refrán “donde comen 3 comen 4”

A mí es que me flipan los refranes.

La A es muy “Nadie te ha dado vela en este entierro” y la B es muy de “Más vale pájaro en mano que cien bolleras cuquis en the balcony and the carpet”

Mientras pensaba en mi colección de Libros de Elige Tu Propia Aventura de los 90 y en el refranero español, ya tenía unas manitas en la cintura de las malditas pervertidas así que mi coño decidió por mí.

Mi coño siempre está ahí para resolver situaciones donde exista cualquier tipo de duda.

Nos estamos liando las 4, y ya el pelo no me importaba nada, porque las mejores cosas de la vida siempre despeinan mucho.

En fin, lo que pasó en ese baño se quedó en ese baño.

Los azulejos lloraban.

Yo volví a plancharme el pelo, salgo de allí y la chica cuqui estaba en la cocina discutiendo frenéticamente con otra tía.

Pasó de yorkshire miniatura con lacito a pastor alemán enfarlopado y cabreado.

Yo volví a salir fuera con el maricón y la pareja de bolleras. Estamos ahí hablando bastante rato y vuelve la chica cuqui y se sienta a fumarse un cigarro ostensiblemente enfadada.

La pareja de bolleras le preguntan pero ella estaba ahí con sus movidas, parecía que no quería hablar del tema. Bollodrama asegurado.

Yo quería hablar con la chica cuqui y  ̶d̶arl̶e̶ ̶l̶a̶ ̶r̶a̶z̶ó̶n̶ ̶e̶n̶ ̶t̶o̶d̶o̶ ̶p̶a̶r̶a̶ ̶v̶e̶r̶ ̶s̶i̶ ̶m̶e̶ ̶h̶a̶c̶í̶a̶ ̶c̶a̶s̶o̶ ̶  empatizar con ella, pero no me contaba nada.

Bueno qué, nos vamos ya a la fiesta, ¿no?

Para ir a la Fiesta teníamos que ir en tren y la fiesta que nos montamos en el último tren que por supuestísimo ni dudéis que casi perdemos, fue muy divertida.

Yo me lo estaba pasando muy bien, la bisexual era graciosísima, y una tía bastante cabal para todo lo puta loca histérica que me había parecido al principio.

Llegamos a la fiesta tan borrachas todas que no nos dejaban entrar, así que nos quedamos bajo la nieve todas un rato bebiendo agua para que se nos pasara, yo seguía hablando con la chica cuqui y por eso del frío y tal me abrazó. Es que era súper cuqui.

Mi coño no podía con tanta actividad esa noche.

La nieve se derretía alrededor de nosotras.

La nieve is lava.

Al cabo de una hora o así decidimos entrar, que ya estábamos más calmadas.

La fiesta efectivamente estaba MUY guay montada, con escenario y un montón de movidas, juegos, y tal.

En medio de todo esto yo le digo a la chica cuqui que soy entrenadora de delfines, ella se descojona, y nos empezamos a liar. Es que NO FALLA.

Muy guay con ella en plan besitos y tal, pero también tenía una tontería con las otras 3 de antes bastante divertida.

Entonces voy a por una copa y me pierdo del grupo.

Me pongo a buscarlas por tooooda la maldita discoteca esa.

Al cabo de bastante rato estoy vagando por la parte de arriba para intentar otear con mi catalejo a ver si las avistaba y me encuentra la bisexual. “DONDE ESTABAS QUE TE ESTÁBAMOS BUSCANDO”

Y yo “pues cazando jabalís, ¿dónde está el amor de mi vida de esta noche?”

Me lleva con todas otra vez.

Me acerco al amor de mi vida de esa noche y la abrazo así por detrás.

La tía me quita súper borde.

Y yo “pero qué le pasa a la loca esta ahora” —> frase recurrente entre bolleras.

Le digo que qué le pasa, ella me dice que qué cojones hago, todo mosca, y yo pero bueno!

Entonces le empiezo a decir a una de las 3 del baño de la casa universitaria que menuda gilipollas es esta chica, que qué le pasa, que no entiendo nada. Y me dice que joder, que si también me gusta esa chica, y se ríe. Y yo “a ver, me gustaba desde el principio, lo del baño ha sido una tontería de la fiesta” y ella “ya, ya jajaja” y que “esa chica es una cabrona, es una zorra tal y cual” y yo… no, si ya veo.

Me cuenta que ha puteado mucho a la chica cuqui, que es su ex.

Y yo “cómo que ha puteado a la chica cuqui” y entonces APARECE la chica cuqui que estaba en el baño.

LA HABÍA CONFUNDIDO CON SU EX CON LA QUE DISCUTÍA.

Claro, si es que las bolleras en pareja SE MIMETIZAN.

Y con 800 chupitos es más fácil confundirse también.

La ex ya estaba volando hacia ella para decirle que yo le había entrado, o lo que coño le dijera, pero se pusieron a discutir locamente otra vez.

Yo mira, no puedo con ese estrés de bolleras discutiendo.

Ay mira, eh.

Al final volvió la chica cuqui a hablar conmigo pero estaba bastante jodida, así que nada, al final de la fiesta nos despedimos y yo me fui con la bisexual, que me acogió en su casa. Sin ninguna pretensión sexual ni nada. Todo de buen rollo.

Por la mañana, nos despertamos con una resaca de tres pares de cojones pero recordando todas las anécdotas de la noche. Ella me pregunta que qué pasó al final con la chica cuqui.

Le digo que estaba todo rayada con la ex, o lo que fuera, que discutían mucho, que me estresaba el drama y que no entendía lo que pasaba.

Ella me cuenta que discutían porque esas dos habían tenido mil movidas, que la ex esa noche quería reconciliarse y le había escrito una carta pidiéndole perdón, que se puso muy gilipollas porque pensaba que había leído la carta y pasaba de ella, que encima se liaba conmigo estando ella allí, que había desaparecido su carta, que se había perdido. Que la chica cuqui no quería saber nada de ella, que blablabla.

Mientras me cuenta esto yo estoy sacando mi ropa de la mochila para vestirme y entonces…

VEO UN PAPEL DE COLORINES DOBLADO CON UN » = ) »

Lo abro.

Veo un drama escrito.

Le digo a la bisexual…

«Oye»

Y se lo enseño.

Y ella WHAAAAAAAT???? NOOOO!!! Y se descojona.

No puede ser. ¿¿¿Cómo tienes tú la carta???

Y yo… pues…no lo sé.

Cuando fui a plancharme el pelo… ??? Que lo quité del espejo, pero entrasteis y me distrajisteis.

Las dos descojonadas.

Pero descojonadas.

Yo creo que ese ataque de risa ha sido uno de los más memorables de mi vida.

El sabotaje a la reconciliación de la chica cuqui con su ex cambiará para siempre el curso de la historia del universo.

En medio de todo esto nos escribe mi compañera la hetero que había hecho la fiesta en su casa, HISTÉRICA que dice que los dueños de la casa llegaban esa tarde y que estaba la casa como si sueltas 17 elefantes dentro de una tienda de figuritas de porcelana. Y nos confiesa que NO SABÍAN que ella estaba allí.

Vamos la bisexual y yo a toda prisa para ayudarla a recoger con toda nuestra resaca.

Nos encontramos cosas rotas, la casa destrozada.

Al final, esa noche, las tres dormimos en nuestras casas habiendo conseguido dejar en orden nuestras vidas pero, en alguna parte, había otras vidas devastadas gracias a nuestra locacoñez.

PD: sigo teniendo esa carta en mi poder.

PD 2: con la chica cuqui tuve posteriormente un poquito de rollo y por supuestísimo que nunca le he dicho que yo robé la carta de amor más bonita jamás escrita en la historia. Que era para ella.

Gracias, the balcony and the carpet, contigo empezó todo.

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